Consumismo y chocolate
- Blanca Ródenas Maestro
- 29 may 2021
- 1 Min. de lectura
Ibai Llanos paga 6.750 euros por la primera unidad de chocolate Jungly
BLANCA RÓDENAS. Valencia
¿Se imaginan pagar 6.750 euros por una tableta de chocolate? Sin coberturas de oro ni incrustaciones de diamantes, este fue el precio que la celebridad de YouTube Ibai Llanos asumió para conseguir la primera unidad de Nestlé Jungly que se fabricaba desde el año 2015.
Este disparatado precio por 125 gramos de chocolate y galleta (del que nadie niega su delicioso sabor) no es más que un mero reflejo de la sociedad en la que vivimos. Una sociedad capaz de gastar miles de euros y agotar las existencias de una pastilla de chocolate en cuestión de minutos, pero incapaz de emplear un segundo de su tiempo en pensar en la miseria más allá de la puerta de su casa. Y el único culpable tiene nombre y apellidos: consumismo, elemento central del sistema capitalista. Un sistema que nos invita a necesitar cosas realmente innecesarias, con la ayuda de sus principales aliados, por supuesto, la cultura del consumo que se promueve desde instituciones políticas y económicas y la reina de las causas: la publicidad. La publicidad invasiva que bombardea a una sociedad educada en el consumo. La misma sociedad fetichista que pagaría miles de euros por una tableta de chocolate.
La locura que ha generado esta marca hoy, la podrá generar cualquier otra mañana; porque somos nosotros, los consumidores, quienes ponemos el precio al chocolate. Y la euforia repentina por el renacer de un producto de la infancia no puede arrojarnos al consumismo y, mucho menos, a la adicción por comprar. O el síndrome de Takotsubo nos romperá el corazón.

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