El submarino consigue romper el techo de cristal

El submarino consigue hacer historia en Londres cobrándose una revancha histórica y accediendo a la primera final de su historia

Carlos Gil. Castellón

El pasado jueves a las 10:00 p.m., en el Emirates stadium se dio lugar un hecho histórico que en el que un pueblo de cincuenta mil habitantes consigue acceder a la final de la segunda competición europea más importante.

Tras veinticinco años en los que este club ha ido mejorando día a día y consolidándose entre la elite europea, representó un recuerdo marcado por la semifinal de la Champions contra este mismo equipo. En ese partido un niño se fue del Madrigal llorando desconsolado, era la cara de un aficionado y futuro futbolista que quince años después lloraría de alegría contra el mismo equipo.

Los de Emery, plantearon ambos partidos como lo que es habitual en estas situaciones, consolidando una fuerte defensa basada en el trabajo colectivo y en los momentos decisivos de la eliminatoria sabiendo marcar los tiempos y nunca perdiendo los nervios. El conjunto amarillo salto con su once de gala el cual se vio trastocado por la lesión del jugador más importante en ese momento Samu Chuqwueze, consiguieron pasar la primera parte sin problemas excepto una clara ocasión de Pierre Aubameyang pero en la segunda mitad los jugadores de Miquel Arteta ejerciendo una presión mas alta y dificultando la salida de balón de los de Emery consiguieron hacer que los últimos minutos fuesen de infarto para la afición amarilla. Aunque sin tener ninguna ocasión clara excepto otro palo de Aubameyang tras un centro de Héctor Bellerin.

Esa noche fue el momento que compensó tantos días de lágrimas y tristeza por parte de aficionados y sobre todo un éxito que se merece una persona que hace 25 años adquirió este club en segunda y tras cuatro semifinales por fin ha conseguido que el submarino amarillo esté a la altura de los mejores de Europa.