Fauna vs. Drones

EDITORIAL. E.T

Vivimos en una era digitalizada. La tecnología avanza en nuestros días de una forma imparable. Cierto es que gracias a ella hemos conseguido aumentar, aquí en Europa, nuestro estado de bienestar y condiciones de vida. No obstante, no todo es positivo, ya que genera problemas de privacidad digital, dilemas éticos o incluso desempleo.

En los últimos meses hemos sido testigos de cómo ha incrementado la utilización de drones para el salvamento y búsqueda de personas. Esta medida ha tenido una recepción positiva, no obstante no se ha hecho apenas eco de lo que eso supone para la sociedad y el medio ambiente. Y es que, el incremento de la utilización de vehículos aéreos no tripulados no solo ha desempleado a muchas personas, sino que triplica las colisiones de los animales voladores causandoles de esta forma la muerte. También incrementa el estrés en algunos animales terrestres capaces de percibir sus sonidos como los osos. En mayo de 2014, un dron ocasionó que se dispersaran una manada de borregos cimarrones en el Parque Nacional Zion de Utah, separando a las madres de sus corderos. El zumbido de los drones molesta tanto a los elefantes que es usado para pastorearlos y que no asalten los cultivos; esto significa que la tecnología no solo ha conseguido reemplazar a los humanos en ciertos oficios, sino que también a los animales.

Los drones, que ya están al alcance de cualquier persona, también se utilizan para comercializar con imágenes y videos “cómicos” de animales en movimiento, o animales estresados intentando dar caza a estos aparatos. A pesar de que cada vez son más los científicos e investigadores, que defienden que la tecnología y particularmente los drones, favorecen y ayudan a la fauna salvaje. Las cifras y los estudios que demuestran las desestabilizaciones que se producen en la fauna y flora a causa de estos, son también cada vez más.

Intentar frenar los avances tecnológicos es una tarea titánica, por no decir imposible, en la actualidad. Es por ello, que se debe intentar hacer el mejor uso posible de ella. Y que esta tenga un impacto positivo y sostenible tanto social como medioambientalmente. La utilización de los drones ha permitido avances muy positivos en el conocimiento o preservación de ciertas especies. No obstante, la utilización de estos aparatos debe estar al alcance de las personas que sepan: adoptar un principio de precaución en vez del de prueba o evidencia, usar los procesos de ética animal institucionales para evitar descuidos; cumplir con las regulaciones de la aviación civil y llevar a cabo prácticas de vuelo con la mínima molestia al mundo animal, y parar los ejercicios si son perturbadores.