Las centrales nucleares no se apagan
- Alba Ruiz
- 29 may 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 30 may 2021
La energía atómica en España interrumpirá su producción en 2035
Alba Ruiz, Beatriz Navarro. Castelló
España combina el uso de las energías limpias como la fotovoltaica, hidráulica, térmica y eólica, junto con la nuclear y la producida por combustibles fósiles. La potencia que consigue el país gracias a las renovables supone un 39 396 GWh (Gigavatio-hora, unidad de medida de la energía) más que la que ofrece la nuclear. Los datos muestran la posibilidad de mantener a España solo con las amables con el planeta pero, actualmente, cinco nucleares siguen en pie en la península.
La energía renovable a partir de 2014 deja de mantenerse estable y comienza a bajar hasta alcanzar su mínimo, con 86 482 GWh, debido a la reforma eléctrica. El director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, José María González Moya, comenta sobre el descenso: «Antes recibían la
retribución por el pool y,
además, una prima. Ahora hay muchos parques y plantas que no tienen derecho a ninguna prima, por lo que cualquier operador que tenga costes de operación y producción por encima del precio del mercado, decide parar sus máquinas y no producir». Además, añade que ha sido un año no muy bueno en agua y viento, y las materias primas de origen fósil se han abaratado mucho.
¿Por qué España continúa con la energía nuclear?
El precio no es una de las claves de su uso a día de hoy, ya que el informe WNISR cifra el coste de generación solar entre 36 y 44 $/MWh (dólares por megavatio-hora, unidad para medir la energía), mientras que la eólica cuesta entre 29 y 56 $/MWh. En cambio, la energía nuclear está casi en el doble, entre 122 y 280 € por megavatio hora, según el foro nuclear.
Si seguimos con la búsqueda del misterio, nos encontramos con que las centrales nucleares españolas dejarán de funcionar por orden de antigüedad ya que, en principio, la vida útil es entre los 44 y los 45 años.
La cifra de 40 años se fijó inicialmente como el período de amortización mínimo para recuperar la inversión. Las centrales nucleares tienen unos costes fijos que deben ser amortizados durante un tiempo prolongado, según el Consejo de Seguridad Nuclear.
Siguiendo con el análisis, las centrales nucleares activas pertenecen a compañías privadas, entre las que se encuentran Iberdrola, Endesa, Naturgy, EOP y Nuclenor. A pesar de que cinco siguen activas, la lucha contra el cambio climático a nivel mundial ha impuesto, gracias al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la eliminación de las centrales nucleares para comenzar a hacer uso de las renovables.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima es la herramienta de planificación estratégica nacional que integra la política de energía y clima, y refleja la contribución de España a la consecución de los objetivos establecidos en el seno de la Unión Europea en materia de energía y clima.
«El Gobierno no admitirá nuevas solicitudes para el otorgamiento de permisos de exploración, permisos de investigación o concesiones directas de explotación, ni sus prórrogas, de minerales radiactivos sobre energía nuclear, cuando tales recursos sean extraídos por sus propiedades radiactivas, fisionables o fértiles», según informa El Periódico de la Energía.
A favor de las centrales nucleares
El Foro de la Industria Nuclear Española informa que las únicas fuentes disponibles a gran escala que no emiten gases de efecto invernadero en su operación son las energías renovables y la energía nuclear.
A pesar de lo comentado anteriormente, la radiación nuclear es una radiación artificial, creada por el hombre, por lo tanto, no es natural. El Instituto Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo (INSST) informa que en el núcleo del reactor podemos encontrar más de 60 contaminantes radiactivos a partir de la fisión del uranio. De todos ellos, las que más peligrosas son para la salud humana son el estroncio, el yodo y el cesio.
Calendario de apagón
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha aprobado el calendario del apagón de energía nuclear en España. Las dueñas de las centrales acordaron interrumpir la energía junta a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Primero cerrará Almaraz I en el 2027, seguida de Almaraz II en 2028, Ascó I y Cofrentes cerrarán 2030, Ascó II en 2032, y Vandellós II en 2034. La última en cerrar será la central de Trillo en el 2035.
Aumenta la energía nuclear
En seis años se desmantelará la siguiente central nuclear pero, en la actualidad, todas las supervivientes siguen
disminuye su potencia, sino
que aumenta. A nivel nacional, 2019 es uno de los mejores años para la nuclear, ya que ha llegado a su pico más alto, generando 55 824 GWh.
Sin embargo, 2020 ha sido un año récord para la generación de energías renovables, informa la Red Eléctrica de España. Si nos centramos en las torres, todas ellas han sufrido un aumento respecto a años anteriores.
Mientras que la energía nuclear aumenta su producción desde 2019, la energía hidráulica renovable vuelve a caer ese año, su tendencia actualmente es descendente. La Agencia de Meteorología (Aemet), explicó en 2019 que lo normal para ese período es un valor de 362 litros por metro cuadrado y que se estaba acumulando 306 litros, es decir, 56 litros menos.
Desde 2013 hasta 2019, el último año en el que el INE posee datos, se mantiene un nivel general de producción de energía constante, salvo pequeñas subidas y bajadas. El descenso que más llama la atención es el del año 2018 en Tarragona, pues pasa de producir 23 291 GWh en 2015 a 20 994 GWh en 2018. Las que menos energía producen son València (Cofrentes) y Guadalajara (Trillo), pues no superan los 9108 GWh - máximo de València (Cofrentes) en 2014 -. Esto se debe a que Cáceres (Almaraz) y Tarragona (Ascó) tienen dos reactores, y la creación de energía es el doble.
2035, el año del apagón nuclear en España. A pesar de que en seis años cerrará la siguiente central, Almaraz I (Cáceres), los datos del INE muestran cómo la energía nuclear sigue subiendo. Mientras, las renovables comienzas a disminuir su producción desde 2019. Las nucleares no se apagan y las renovables no prosperan.
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