Las placas solares térmicas destruyen la amistad vecinal
- Alba Ruiz
- 2 may 2021
- 5 Min. de lectura
Los nuevos edificios deben hacer una contribución mínima de energía renovable para cubrir la demanda de agua caliente sanitaria
Alba Ruiz. Castellón
Requena, un pueblo del interior de València, disfruta de altas temperaturas en verano, pero cuando llega el invierno caen los termómetros. Encarna Fernández García, es parte de una comunidad de vecinos con placas solares térmicas en la azotea. Pero, en este momento no puede llenar una bañera de agua caliente. La comunidad vecinal ha tenido que entrar en la piel de Sherlock Holmes y desenterrar el misterio del mal funcionamiento de estas. El escaso mantenimiento de esta energía renovable es el principal sospechoso de que Fernández no las recomiende. Pero, la búsqueda continúa.

El 17 de marzo de 2007 se aprobó que las nuevas construcciones de fincas de vecinos hicieran «una contribución mínima de energía renovable para cubrir la demanda de agua caliente sanitaria (ACS)». Por ello, los vecinos de Requena al comprar sus viviendas se encontraron con un complemento añadido y sin vuelta atrás, las placas solares térmicas. La técnica en energía renovable en la Oficina de Energía de València,Carmen Castells, explica si esta ley también se aplica a las placas fotovoltaicas.
El agua caliente que se produce con estas se debe distribuir entre todos los vecinos por igual. Además, esta ley se aplica a todas aquellas construcciones con una demanda de ACS superior a 100 litros al día. “Para cumplir con esta normativa de la CTE (Código Técnico de Edificación) con un panel por cada vivienda sería suficiente”, informa un aparejador de Requena, Gonzalo, quien no ha querido ofrecer sus datos.

La comunidad de Requena no tuvo que hacer ninguna inversión inicial con las placas, «fue cosa del constructor ponerlas», pero estas necesitan un mantenimiento que conlleva un coste. Fernández con indignación cuenta su historia con esta energía renovable: «Al principio cuando empezamos todo muy bien, pero luego a algunos vecinos empezó a no llegarles agua caliente».
La comunidad sacó el tablero de juego del Cluedo. Un culpable, una herramienta del crimen y el lugar de la muerte. A partir de aquí, empezaron las sospechas. La acusación menos incriminatoria fue un posible mal mantenimiento de las placas y del mantenimiento interno de todas las viviendas. Pero, hay unas válvulas por donde entra el agua que deben de cambiarse y «algún vecino creemos que no las cambió». Caso resuelto.

Actualmente, a pesar de que la Comunitat Valenciana junto a Andalucía son una de las zonas con más horas de luz solar al día, Gonzalo cuenta que son muy pocos los casos en que una comunidad se decide a instalar placas solares. La experta de la Oficina de Energía de València,Castells, da las claves de este suceso.
La técnica en energía renovable en la Oficina de Energía de València aclara cómo debería de ser el cuidado de las placas. «Lo ideal sería una limpieza cada tres meses, una revisión más simple cada 6 y una revisión más exhaustiva cada año». Haciendo una pequeña comparación, Castells informa que las fotovoltaicas no necesitan tanto mantenimiento, «con una revisión anual sería suficiente».
Las comunidades de vecinos que tengan placas no por gusto propio sino por la ley anterior «tienen que hacerse cargo de contratar una empresa de mantenimiento, que no se encargue solo de las averías, sino de un mantenimiento preventivo». Además, «Si no se mantienen bien luego vamos a echarlas a perder y vamos a invertir más dinero en reparar averías» , informa Castells. Unos datos que se corroboran con lo que sucedió en la comunidad de Requena.
Hace unos tres años, los vecinos hicieron frente a la normativa y las pararon una temporada para ver si tenían beneficios. «Cambio el administrador de la comunidad y hace unos meses se han vuelto a poner en funcionamiento. Según el administrador es obligatorio tenerlas en marcha y no podemos pararlas», informa Encarna Fernandez.
Actualmente, la comunidad requenense continúa en su lucha para mantener una amistad con las energías renovables. «Ahora hemos cambiado de empresa de mantenimiento y en este proceso en el que han estado paradas, varias se han estropeado porque no estaban en funcionamiento. Ahora están reparando todo para ponerlas en marcha». Estos vecinos tenían en su azotea 16 placas y la última vez que las encendieron menos del 50 % funcionaban.
A pesar de los problemas comentados anteriormente, los beneficios de la energía sostenible están. «Nunca he tenido problemas en mi casa, al contrario, para mí sí que ha supuesto un ahorro. En esta época apagaba la caldera y durante todo el verano incluido septiembre y octubre seguía así». Por lo que, su experiencia ha sido positiva. Aunque ahora no pueden llenar una bañera de agua caliente, hubo un momento que sí. El director comercial de Sol València, Jorge Laborda, añade que las placas no solo dan beneficios en las estaciones donde abunda el sol.
Otras de las soluciones según Fernandez sería «un mantenimiento subvencionado y empresas que conociesen bien cómo mantenerlas. Hay un mal asesoramiento con las personas que mantienen las placas. Además, en Requena no hay empresas que las sepan gestionar». Encarna Fernández continúa: «Yo la placa la recomiendo a nivel individual o en una casa unifamiliar, donde cada uno puede tener su placa».
En el caso de que algún vecino quiera abandonar la partida, esto no puede ser una opción. «Todos tienen que pagar su parte aunque no quieran. Supuestamente si viene una inspección y no están en funcionamiento nos pueden sancionar».
Veamos qué otra característica se tienen que cumplir para que se pueda establecer la ley anteriormente comentada. Para que se pueda aplicar, hay que hacer un estudio de las azoteas. El director comercial de Sol València, Jorge Laborda: «Las azoteas que no son aptas son las que no tienen las suficientes horas de sol o bien porque hay algún árbol o bien porque hay un edificio más alto al lado. Esto puede ocasionar que en invierno el 50 % pueda estar en sombra lo que retrasaría el tiempo de amortización de la instalación».
Ayudas para el mantenimiento de las placas solares térmicas

En la actualidad, el conocido como Plan estatal de vivienda 2018-2021 pone a disposición ayudas económicas para la instalación de placas solares. Estas vienen del Ministerio de Fomento. Aunque, para cada Comunidad Autónoma las subvenciones son diferentes, en el caso de la Generalitat Valenciana en su página web ofrece información sobre las ayudas que se pueden solicitar. Pero, cuando ya tienes la instalación y solo queda hacerse cargo del mantenimiento, no hay un apoyo económico. «Si hubiera lo pediríamos», asegura la vecina requenense.
Futuro de las placas solares térmicas
No todos los expertos opinan lo mismo sobre el futuro de las placas solares térmicas. Castells con una mentalidad optimista asegura que van a ser una realidad. Pero, sin embargo el aparejador, Gonzalo, considera que desaparecerán. Por otro lado, ofrece una opción que a su parecer puede ser más eficaz, la instalación de fotovoltaicas.
Las energías renovables como las placas solares son eficaces para reducir las emisiones de CO2 del planeta. Pero, se necesita una inversión inicial y un mantenimiento contínuo. No hay que instalar un nuevo vecino en nuestra azotea y luego abandonarlo, porque los beneficios que puede ofrecer se convertirán en todo lo contrario y una solución para el planeta será un enfrentamiento en la comunidad. En aquellos casos donde las placas están instaladas en el edificio los vecinos, estos «asumieron la responsabilidad cuando compraron el piso » , termina Castells.
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