Sindicalismo de barrio, la mejor vacuna frente a la pandemia
- Joanna Giménez
- 16 may 2021
- 7 Min. de lectura
¿Por qué los barrios necesitan un sindicato?
La unión hace la fuerza, dicen. Cuando las instituciones no te ayudan, cuando tu vida ha dado un vuelco y no tienes ni para comer, solo queda una opción: organizarse.
Integrantes del sindicato Construint Malilla el día de la inauguración de la Alquería
DESCUBRE EL DISCURSO DE INAUGURACIÓN DE LA ALQUERÍA EN EL QUE UNA DE LAS INTEGRANTES EXPONE LOS EJES SOBRE LOS QUE ACTÚA EL SINDICALISMO DE BARRIO PINCHANDO EN LA IMAGEN DE ARRIBA.
El sindicalismo de barrio surge a raíz de la necesidad de organizarse ante la falta de acción de las instituciones por algunas problemáticas que afectan al barrio; como la mejora de servicios públicos, los desahucios, las colas del hambre o la falta de actividades que fomenten la cultura en el barrio. A raíz de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia, estas necesidades se han acrecentado exponencialmente, y a su vez, han propiciado que los sindicatos crezcan. No tan solo han crecido en miembros por sindicato, sino también en cantidad. Durante esta crisis, solo en la zona sur de Valencia, se han inaugurado tres organizaciones barriales, como Montolivet Veïnal, Joves per Patraix i Joves per Russafa.
En las siguientes líneas, vamos a descubrir los cuatro pilares básicos entorno a los que se fundamenta el sindicato protagonista de este reportaje: Construint Malilla, el sindicato del barrio de periferia en Valencia, Malilla. Además de los principales motivos por los que un barrio necesita un sindicato.

I. Para poder comer

Voluntario de Malilla Solidaria repartiendo alimentos a una mujer
Las colas del hambre son una de las problemáticas que más movilizan a gente de todas las ideologías. Con la crisis que estamos viviendo, cada vez más personas se han visto en la necesidad de acudir a bancos o redes de alimentos para poder abastecerse. En Construint Malilla, tienen una comisión especialmente dedicada al reparto de alimentos entre quienes lo necesiten: la red de alimentos, Malilla Solidaria.
"Malilla Solidaria es una comisión del sindicato que se dedica a recoger comida de los supermercados. La gente del barrio que quiera colaborar compra comida no perecedera y nosotros la almacenamos. Y, una vez a la semana, los viernes por la mañana, damos la comida a la gente que lo necesita", declara Alba Ballesteros, militante de Construint y voluntaria en Malilla Solidaria.
La principal diferencia entre una red de alimentos y un banco de alimentos es que, en las redes, las propias personas que necesitan comida son las que colaboran. De esa forma se crea un tejido entre los habitantes del barrio y se distribuye la función entre todos.
La voluntaria de Malilla Solidaria afirma que actualmente atienden a unas 50 familias, pero que no siempre son las mismas, sino que cada semana acuden entre dos y tres familias nuevas. "Hemos llegado a asistir alrededor de 70 familias, pero la falta de recursos nos ha obligado a reducir este número a unas 50". Alba cuenta que nunca imaginaron que se verían obligados a decir que no a algunas personas que necesitaban alimentos, pero ante la falta de recursos han tenido que recortar.
"Hemos llegado a asistir alrededor de 70 familias, pero la falta de recursos nos ha obligado a reducir este número a unas 50".
Reflexiona que, al fin y al cabo, si hay personas necesitadas que están llegando a la red de Malilla Solidaria, es que no están recibiendo esa ayuda de otro sitio y evidencia que las instituciones no pueden llegar. Concluye que, si existen estas iniciativas, no es porque quieran hacer el papel de los servicios sociales, sino porque se entiende que ellos "no dan a basto".
Alba afirma que un sindicato es clave en un barrio, ya que crea tejido barrial y la gente se puede concienciar a nivel político.
DESCUBRE LA ENTREVISTA A ALBA BALLESTEROS, VOLUNTARIA DE LA RED DE ALIMENTOS MALILLA SOLIDARIA PINCHANDO EN LA IMAGEN.
II. Para tener ayuda si me echan de mi casa

Concentración para parar el desahucio de una afectada
Uno de los ejes principales que motivan la actividad sindical, son los desahucios de los habitantes del barrio y alrededores. En estas situaciones, los miembros que forman parte del sindicato, junto con la ayuda activa de organizaciones con más experiencia, como el sindicato del Cabañal, Entrebarris o la PAH (Plataforma de Afectadas por la Hipoteca), dan pautas legales y apoyo moral a los afectados y las afectadas.
El macro caso que tiene en vilo a los sindicatos de toda España, ya que propiciará el desahucio de cientos de familias que habitan en pisos sociales, es el caso del banco Sabadell.
Un fondo buitre del Sabadell (Cerberus), ha estado tentando con dinero a los vecinos con tal de deshabitar pisos y eludir la obligación de renovar los alquileres sociales. Las afectadas, a pesar de haber estado pagando su alquiler todos los meses sin excepción, se han encontrado con la noticia de que Promontoria Coliseum (filial del fondo de inversión Cerberus), quien les ha arrendado durante el último año, no va a renovar su contrato. Sin ninguna alternativa habitacional, cientos de familias, muchas de ellas con niños menores, se van a queda en la calle en plena pandemia.
Cuatro afectadas del barrio de La Torre, han acudido al sindicato Construint Malilla como última opción "Creíamos que lo teníamos todo perdido, que nos íbamos a la calle, pero ahora tenemos esperanza, porque Construint Malilla nos está ayudando", declara visiblemente emocionada una ellas, que han preferido mantenerse en el anonimato.
"Creíamos que lo teníamos todo perdido, que nos íbamos a la calle, pero ahora tenemos esperanza, porque Construint Malilla nos está ayudando"
Una de las mujeres, que ha venido con su bebé en brazos a la asamblea, expone su preocupación ya que es madre de cuatro niños y pide un alquiler social y una vivienda digna. El mismo caso comparten las cuatro: tienen familias con niños menores.
"Tienen que mirar también la pandemia en la que estamos, que tenemos niños menores. ¿Dónde vamos a ir? Si tampoco nos gusta la situación.", declara una de las madres. "Que no somos solo una familia, somos muchísimas familias, ¿Qué va a hacer el Gobierno con nosotros?", y continúa visiblemente indignada, "Que tengan miramiento por los niños y por las familias. ¿Te crees que no nos gustaría tener un trabajo en condiciones y otra vivienda? Pues claro que sí, pero con las circunstancias no se puede", manifiesta la afectada. Concluye diciendo que a la calle no se van a ir y que "se pongan ellos en nuestro lugar a ver qué hacen ellos con sus hijos".
Ahora, el sindicato tiene hasta los meses de junio y julio, cuando echarán a estas personas de sus casas para intentar paralizar sus desahucios. Se calcula que el 9 de mayo, con el fin del estado de alarma, se pondrán en marcha los trámites para efectuar un total de unos 40.000 desahucios a nivel nacional. Tanto por el caso del banco Sabadell, como por impago.
Las afectadas coinciden en que, para ellas, que un sindicato de barrio les ayude ha sido clave. Afirman que psicológicamente, no verse solas y que haya gente que no las conozca de nada y vaya a luchar por ellas, les ha dado unos ánimos que habían perdido.
DESCUBRE LA ENTREVISTA A LAS AFECTADAS POR LOS DESAHUCIOS PINCHANDO EN LA IMAGEN
III. Para fomentar la cultura

Colgada de cartel de las actividades de las Pascuas Populares organizadas por Surcultura
La falta de promoción de actividades culturales gratuitas y ocio alternativo, sobre todo para jóvenes y niños, es un problema que lleva arrastrando el barrio desde hace mucho tiempo. No solamente ocurre en Malilla, sino en muchos barrios de la periferia sur, por eso mismo, se crea SurCultura, una comisión dentro de Construint que se encarga de fomentar la cultura de los barrios del sur de Valencia.
"Surcultura como proyecto nació hace unos 6 meses, pero hasta hace un mes no se inauguró de forma oficial en redes", cuenta Román Núñez, uno de los fundadores e impulsores del proyecto. De momento, afirma, están muy contentos con la acogida que están teniendo, y esperan para dentro de un año haberse asentado en el barrio de Malilla y tener un planning semanal de actividades para toda clase de gente, y poco a poco ir expandiendo ese proyecto por toda la parte sur de Valencia.
Según Núñez, el objetivo de Surcultura, a parte de crear actividades que vengan fomentadas desde dentro de la asociación, es dar difusión y voz a diferentes proyectos y diferentes artistas pequeños de la parte sur de Valencia.
Para él, el sindicalismo de barrio es fundamental. "El sindicalismo de barrio, no tiene una línea recta que haya que seguir, no es un dogma, no es una línea política fija, sino que dependiendo de dónde esté situado el sindicato va a tener unas funciones u otras, aunque siempre con el eje vertebral de la lucha por la vivienda"
"El sindicalismo de barrio, no tiene una línea recta que haya que seguir, no es un dogma, dependiendo de dónde esté situado el sindicato va a tener unas funciones u otras, aunque siempre con el eje vertebral de la lucha por la vivienda."
DESCUBRE LA ENTREVISTA ROMÁN NÚÑEZ INTEGRANTE DE SURCULTURA PINCHANDO EN LA IMAGEN.
IV. Para tener unos servicios públicos dignos

Cartel que se publicó en redes como parte de la campaña para mejorar el centro de salud
Una de las funciones que cubren los sindicatos, es asegurar a sus vecinos y vecinas unos servicios públicos decentes, tales como un buen centro de salud, transporte adecuado, buenas infraestructuras, zonas verdes, etc.
Para esas funciones, el sindicato Construint Malilla, cuenta con la comisión de Servicios Públicos, que se encarga de que los servicios del barrio funcionen correctamente e intenta que los que están deficientes mejoren.
Una de las principales campañas por las que ha luchado el sindicato de Malilla, ha sido la del centro de salud. "Nuestro centro de salud actualmente es un bajo casi sin ventanas, en el que las 17 enfermeras comparten una sola consulta.", declara la militante Felisa Ibáñez. "El centro de salud básicamente funciona porque el equipo quiere que funcione, porque sino sería un desastre.", denuncia la joven. Además de luchar por mejorar el centro de salud, esta comisión se encarga de intentar mejorar los centros de educación, o el transporte público, deficiente para un barrio que ya es prácticamente el más poblado de toda la ciudad.
"Yo, cuando empecé, no sabía la importancia que podía tener un sindicato de barrio. No pensaba que sería tan relevante, sobre todo para algunas personas, como lo que hacen en Malilla Solidaria, que les dan de comer a los que no tienen para comer. Porque otro de los servicios públicos, que son los servicios sociales, actualmente están sobresaturados. No es que no quieran hacer caso, sino que no pueden, porque no llegan.", asegura Felisa.
"Nosotros podemos llegar a dónde otros sitos no llegan, es importante porque le damos una seguridad a la gente de que vamos a estar ahí. Intentamos luchar por la gente."
La militante concluye: "Nos implicamos para intentar conseguir que el barrio vaya a mejor y es algo que me hace sentir orgullosa porque puedo decir 'Yo formo parte de esto'."
DESCUBRE LA ENTREVISTA A LAS FELISA GARCÍA DE SERVICIOS PÚBLICOS PINCHANDO EN LA IMAGEN.
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