«El Valencia CF será lo que los valencianos quieran»
- Nayara Cervera
- 10 may 2021
- 3 Min. de lectura
El valencianismo concentra a 6 000 aficionados en una marcha contra la gestión del actual propietario

Nayara Cervera. Castellón
Basta, dijo el valencianismo. El pasado sábado la afición valencianista concentraba alrededor de 6 000 personas en una marcha multitudinaria que recorrió un kilometro hasta llegar a los aledaños de Mestalla para protestar de forma pacífica y sin incidentes por la gestión de su actual dueño Peter Lim. Bajo el lema «el futur es nostre», Valencia vivía un autentico 8M.
Las calles se volvieron completamente blanquinegras. Como si de una previa se tratase, el valencianismo estaba ante su partido más importante. Las asociaciones Libertad VCF y Curva Nord fueron los artífices de la primera piedra que decía «basta» a Meriton en uno de los momentos más críticos sobre la existencia del club.
Ultimátum a Peter Lim

El máximo accionista del Valencia CF concedió justo el día anterior a la concentración de la afición una entrevista a un medio internacional en la que hacia ver que no le importaban los movimientos en su contra: «Me despierto, soy dueño de un equipo de fútbol y veo qué pasa. No es nada más». La propiedad del club se ha convertido en un juguete más en su lista de negocios y es que el magnate asiático aseguraba que la compra del equipo valenciano le ha servido para codearse con «jeques, reyes, mafia, negros, blancos o amarillos».
Sin embargo, un mensaje claro y directo iba a hacer estallar la participación de la marcha valencianista. El máximo accionista comentaba en Financial Times: «Los aficionados me provocan algo de compasión, pero entre nosotros, entre amigos, solemos decir que las cosas más pequeñas te dan los dolores de cabeza más grandes».
Desde su llegada a Mestalla hace 6 años, uno de los históricos del fútbol español ha vivido una montaña rusa que ha culminado en la peor de sus pesadillas. La compra de Meriton rescató al Valencia de un proceso de disolución del que ahora está más cerca que nunca si el patrimonio de la entidad llegase a ser la mitad del capital social. El remedio fue peor que la enfermedad.
Las instituciones aprietan
Por su parte, también son numerosos los ultimátum que desde las instituciones valencianas se están mandando a Peter Lim sobre la caducidad de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) del Nuevo Mestalla y la presentación del proyecto del Pabellón Polideportivo de Benicalap al que se comprometió en 2014 cuando adquirió el club.
Joan Ribó, el alcalde de la ciudad de Valencia, afirmaba este mismo día que espera «un compromiso imprescindible» desde las directrices del club. La salida a la calle de la afición ha supuesto según el teniente un «toque de atención» del que han de «reflexionar», ya que tienen «una serie de acuerdos que han de cumplir» tanto con la afición como con las instituciones valencianas.
«El futur es nostre»
D. Arturo Tuzón, presidente de la entidad entre 1986 – 1993, ya lo dijo: «El Valencia Club de Fútbol será lo que los valencianos quieran», y así se demostró una vez más. La actual situación pandémica que se vive no supuso un impedimento a la convocatoria de una afición harta de su «amo». La protesta que pide la venta del club a Meriton llegó a diferentes partes del mundo como a Madrid, Barcelona, Boston, Chile o Senegal entre otros.
Dicen que al César lo que es del César y es que Peter Lim salvó al Valencia CF del problema en el que ahora lo está sumergiendo como si nada pasase. 102 años de historia que están culminando con una deuda histórica de 500 millones de euros con las entidades bancarias, un estadio en ruinas por terminar y unas instituciones que «aprietan, pero no ahogan». Si de algo no cabe duda es que el rescate y el futuro del viejo murciélago quedará en manos de su afición.

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