Elena Agúndez: «Tenemos que enseñar menos, pero mejor»

La docente narra su experiencia en la educación en tiempos de pandemia

Elena Agúndez es profesora de un instituto de enseñanza secundaria y bachillerato en València. Lleva más de 25 años impartiendo clases y disfruta enormemente con ello. Asegura que la situación sanitaria que ha vivido le ha llevado a reflexionar sobre cuestiones que cree que cambiarán el futuro de la educación española a mejor.

¿Cómo fue tu proceso de adaptación a las clases online tras la declaración del estado de alarma?

Los primeros días fue un sálvese quien pueda. Debo llegar a mis alumnos de la manera que sea. En algunos casos fue vía telefónica, por correo electrónico… pero con otros no hubo manera de contactar. Tengo 54 años y no estoy tan preparada en el mundo digital como otros compañeros más jóvenes. Supuso mucho trabajo por ese handicap mío. Me levantaba a las 8 de la mañana y terminaba a las 9 de la noche todos los días. Donde no llegó la destreza llegó la voluntad.

En lo referente a la alta tasa de fracaso escolar, ¿qué está fallando en el sistema educativo actual? ¿Se ha evidenciado alguna carencia durante este periodo especialmente?

De la pandemia hemos aprendido que hay otras formas de enseñar. Sí que intentamos el año pasado buscar unir el aprendizaje con lo lúdico y con las nuevas tecnologías. Se evidenció que los temarios son enormes, que es muy difícil transmitir estos temarios de manera telemática. Esas densas clases en las que hay conceptos muy pormenorizados… Se evidencia que la locura de temarios que tenemos ahora mismo tiene que ir reduciéndose, y que tenemos que enseñar menos, pero mejor. También hay que enseñar deleitando, no ciñéndonos al rollo de esto te lo tienes que aprender y ya está.

La selectividad es el gran reto al que se enfrenta un alumno que quiere entrar en la universidad. Sin embargo, es una época de alto estrés y con dos años de bachillerato muy intensos no parece que tengan mucho tiempo para reflexionar, que es el modelo educativo que usted defiende...

Les obligamos de alguna manera a pasar por ahí, porque podríamos evaluarlos de alguna otra manera. En Francia, por ejemplo, han eliminado la selectividad este año. Nos obsesionamos con entrenar a los alumnos para la selectividad y quizás va siendo hora de que entendamos que no debería de ser nuestra tarea. La universidad tiene una función y nosotros otra distinta, porque al final estoy más preocupada por qué nos van a preguntar desde la universidad que de formar a unos alumnos competentes, y eso debe de cambiar ya.

Es el año 2026. La tasa de fracaso escolar en España se sitúa por debajo del 15 %. ¿Cómo lo hemos logrado?

Se ha invertido más en la docencia pública para empezar. Y otro asunto importante es la reducción del tamaño de las clases. Es muy complicado llegar a todos los alumnos, con sus preocupaciones y problemas propios, con 35 personas en el aula. He podido comprobar que con grupos más reducidos los resultados de las calificaciones son mucho mejores, la clase está más implicada y en general pueden tener una mejor atención personalizada. Y como comentaba anteriormente, la reducción del temario. Es mejor dar 10 temas que puedan absorber los alumnos que 16 sin pena ni gloria.