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Los protagonistas sin voz de esta pandemia

  • Foto del escritor: Rocío Cuesta
    Rocío Cuesta
  • 17 may 2021
  • 2 Min. de lectura

Los niños también han sufrido las consecuencias de la COVID-19

Varios niños en un aula. Imagen vía: EFE

Rocío Cuesta. Castellón


«Lávate las manos», «no te quites la mascarilla», «no te juntes con tus amigos». Estas son algunas de las imposiciones que día a día tienen que escuchar los niños desde que se levantan hasta que se acuestan.


Después del confinamiento y el verano más esperado de todos los tiempos, empezó septiembre y con él las escuelas. Las medidas que estableció el gobierno eran claras, pero no tan clara era la eficacia de estas ya que en España se optó en que el grupo de expertos fueran los mismos políticos. Menos mal que a nivel europeo sí que hay especialistas que han valorado esta situación y han llegado a conclusiones como el estudio de Jan Brauner, de la Universidad de Oxford.

Este estudio, que evaluó las medidas impuestas para frenar el virus, destacó que las más efectivas han sido los cierres de centro educativos, las limitaciones de las relaciones (menos de 10 personas) y el teletrabajo. No obstante, hay que destacar que una vez abiertos los centros si se ha hecho una buena gestión de medidas. Pero no todo es gracias a las medias, ya que los niños transmiten el virus 6 veces menos que los adultos y muy rara vez son los ocasionadores de brotes, según el estudio a 6000 niños de la plataforma Kids Corona del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona,



La pandemia no fue tan aburrida para los políticos, el Congreso de los Diputados le hacía la competencia a Sálvame. Muchos reproches, pero poco se habla de las consecuencias de la COVID-19 en los niños. Aquí se abrió una brecha educativa porque durante el periodo de las clases online se vio que muchos jóvenes no podían acceder a los recursos digitales. La mente también les jugó una mala pasada: en estudios realizados se observaron síntomas de ansiedad, depresión y sentimiento de soledad en los niños.


El altavoz de los jóvenes siempre han sido las personas mayores, quizás sin saber realmente lo que pensaban. Con lo que les gusta a las personas buscar en internet, ¿Alguien se ha dado cuenta de que no hay información sobre lo que opinan/sienten los niños en esta era pandémica? Quizás ahí esté el problema, si no se habla con ellos, no se puede saber qué sienten, qué problemáticas y dificultades tienen y las soluciones que se les pueden ofrecer.

Viñeta. Imagen de elaboración propia

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