De Miguel: «La fe es mi forma de vida»

Marta De Miguel, feligresa del camino Neocatecumenal

Desde la Parroquia Nuestra Señora del Pilar de Catarroja, Marta de Miguel, actual feligresa del movimiento eclesiástico, opina sobre que es la fe y como está presente en su vida.

Reyes Velástegui. Castellón

Pregunta: ¿Qué es para usted la fe?

Respuesta: Es básicamente una forma de vida, una herramienta con la que poder vivir día a día. Gracias a la fe me permite estar en conexión con Dios y me ayuda con mis problemas cotidianos.

P: ¿En qué momento se dio cuenta de lo que era realmente la religión?

R: He crecido en una familia cristiana y siempre he ido a misa y a las catequesis para tomar la comunicación y para confirmarme. Después hice la de adultos para vivir la fe de una manera más madura. Es decir, las catequesis del camino Neocatecumenal es lo que la gente conoce como los “kikos”. En ese momento tome más conciencia de lo que era la religión, experimente este sentimiento en primera persona hace un par de años.

P: ¿Cada cuánto tiempo suele ir a misa?

R: Todas las semanas, normalmente voy con toda mi familia los sábados por la tarde, pero si me surge algún compromiso acudo los domingos. Realmente, según la biblia, el día del señor son los domingos, pero no pasa nada si asistimos otro día de la semana.

P: ¿Alguna vez se ha planteado la opción de dejar de creer en Dios?

R: Nunca, ya que lo he experimentado de una forma que sé que existe. Alguna vez me he pensado en dejarlo, pero es que sé que creo en Dios y en su existencia.

P: Después de la muerte, ¿piensa que será el momento en el que definitivamente se encuentre con Dios?

R: Creo que no hace falta esperase a morir para encontrarte con Dios, porque te puedes encontrar con él cada día. Si pienso que una vez mueres tu alma asciende al cielo y lo encuentras en cierta forma.

P: A lo largo de la historia de la religión se ha hecho una separación entre cielo e infierno. ¿Cree que la gente que no se ha bautizado o tomado la comunicación va directamente al infierno?

R: No, porque Dios ante todo es misericordioso. Pese a que hay gente que lo ha rechazado o no ha creído en él, no existe una condena después de morir.

P: ¿Cree que es necesarios que desde pequeños se impartan en los colegios la asignatura de religión?

R: Para mi si, la asignatura es muy importante. Aunque en España al ser un estado aconfesional y laico sé que no se da esta educación en todos los colegios, pero para mí si es muy importante.

P: ¿Qué opina sobre si se debería bautizar y tomar la comunión una vez que los hijos tengan edad de decidir?

R: Los padres celebran estos actos cuando sus hijos son pequeños y no lo veo mal. Si la persona crece y decide no seguir en la religión cristiana no pasa nada, no le perjudica. Respecto a la comunión pasa lo mismo. Se hace como símbolo de que tus padres creyentes quieren que formes parte de la iglesia.

P: ¿Está de acuerdo con todo lo que se dice en la biblia?

R: Soy consciente de que la biblia se escribió hace mucho tiempo. En el nuevo testamento hay ciertas cosas que las leo y pienso que “barbaridad”, pero hay que tener en cuenta que está escrito en otro contexto. A partir del nuevo testamento con la figura de Jesús las cosas cambian y no son tan escandalosas.

P: ¿Alguna vez ha tenido alguna discusión fuerte por un tema religioso?

R: Nunca, tengo amigos y conocidos con opiniones diversas acerca de este tema, pero nos respetamos mutuamente.

P: ¿Hay libertad de expresión para decir que se cree en Dios sin ser juzgado?

R: No, se prejuzga mucho a las personas creyentes y más hoy en día. Nos atribuyen ciertos pensamientos y características que no son reales. No todos los creyentes somos iguales.

P: ¿Personalmente cree que el colectivo LGTBI tienen cabida en la iglesia?

R: Sí claro, todo el mundo puede formar parte de la iglesia.

P: ¿Cree que se debería permitir que este colectivo pueda libremente casarse por la iglesia?

R: Para mí el matrimonio, como dice la biblia, es entre un hombre y una mujer. Si una pareja LGTBI quiere casarse pueden hacerlo por otros canales. Las personas creyentes que pertenecen a ese colectivo tienen que saber que no se les reconoce como matrimonio frente a Dios.