top of page

El Cabanyal-Canyamelar, un barrio genuino

  • Foto del escritor: Blanca Ródenas Maestro
    Blanca Ródenas Maestro
  • 24 may 2021
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 13 jun 2021


La tradición de los Poblados nacidos a orillas del mar de Valencia




Blanca Ródenas. Valencia


La luz del sol que ilumina la sonrisa. El agua del mar que une y rodea. Y la amistad que hace sentir que todavía se es pueblo, ese Poble Nou de la Mar. No existen tres palabras que puedan definir mejor la esencia de un barrio: El Cabanyal-Canyamelar. Un barrio de tradición, un barrio de historia. Un barrio que nació marinero y pescador. Un barrio de familia, que es mucho más que un barrio.



«Regeneración y Mejora»


Tras la suspensión del PEPRI, un plan que contemplaba la destrucción de gran parte de la trama urbana y de los elementos protegidos del Bien de Interés Cultural del Cabanyal para llevar a cabo la prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez hasta la playa, se planteó el Plan Especial Cabanyal-Canyamelar, cuyos principales objetivos son «la "Regeneración urbanística" y la "Mejora cualificada" del ámbito espacial del Barrio», y con esto, lograr, entre otras cosas, recuperar la población.



Poble Nou de la Mar


El barrio del Cabanyal-Canyamelar, que nació de la tradición pescadora de sus habitantes y que siempre ha estado diferenciado geográficamente del centro histórico de la ciudad, se constituyó como un pueblo independiente: Poble Nou de la Mar, entre 1837 y 1897, cuando se anexionó de nuevo al municipio de Valencia.


Mapa Poble Nou de la Mar


Un barrio que fue pueblo


En el Cabanyal-Canyamelar, a día de hoy, todavía se puede observar una estructura social «muy tradicional», indica el sociólogo Pau Caparrós, que participó en el proceso "Va Cabanyal!". Se trata de un barrio con identidad marinera, que conserva una trama social de tradiciones fiesteras y de red ciudadana, lo que se puede apreciar, por ejemplo, en la persistencia del uso lingüístico: «aun se habla de un barrio que era pueblo». Sin embargo, desde una perspectiva sociológica, Caparrós asegura que el Cabanyal es un barrio con una «pirámide social desequilibrada», en gran medida por la presencia de población excluida socialmente, sobre todo, desde el punto de vista de la problemática étnica y racial.


‘Zona cero’ del Cabanyal. EVA MÁÑEZ



La arquitectura de la vida en la calle


Tras los numerosos incendios que se produjeron en el siglo XVIII en el Cabanyal-Canyamelar, los bombardeos de la Guerra Civil y la gran riada que asoló Valencia en 1957, los vecinos abandonaron la construcción de las tradicionales barracas e iniciaron un proceso de remodelación del barrio. Empezaron a construir «casas más sólidas, de piedra y de ladrillo, también inspiradas en las casas de pueblo de la huerta», cuenta Carmel Gradolí, el arquitecto que encabezó el proceso Va Cabanyal! Se pueden encontrar edificios «de todos los estilos», porque los vecinos, de clase trabajadora y humilde, construían sus casas «como podían», aunque es muy tradicional en el Cabanyal-Canyamelar que las viviendas «abran directamente a la calle», debido al estilo de «vida en la calle» de sus vecinos, incide el arquitecto.


El Conjunto Histórico Protegido del Cabanyal-Canyamelar, que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1993, mantiene «a grandes trazos» su tradición arquitectónica y su singular parcelación urbanística, como afirma David Estal, arquitecto y asesor de urbanismo de la Alcaldía de Valencia que ha llevado a cabo diversas rehabilitaciones de edificios en el Cabanyal. En los Poblados Marítimos predominan las viviendas de dos alturas, con fachadas de azulejos cerámicos verdes, blancos y azules, ornamentadas con motivos geométricos y, según David Estal, son las arquitecturas anónimas las que «singularizan» el barrio.


Vivienda anónima Cabanyal. BLANCA RÓDENAS


Semana Santa Marinera


«La Semana Santa de la ciudad de Valencia es la Semana Santa Marinera, que se celebra aquí, en los Poblados Marítimos», asegura Paco Celdrán, uno de los fundadores de la asociación cultural Encuentro y Opinión Semanasantera (EOS). La Semana Santa Marinera remonta sus orígenes al siglo XV - aunque el primer documento escrito que habla de procesiones está datado en 1735 y en 1924 experimentó una remodelación hacia el modelo actual - y «ha sido una fiesta que ha pasado de generación en generación», cuenta Celdrán.


La fiesta propia de los Poblados Marítimos se caracteriza, como apunta Paco Celdrán, por ser «mediterránea, barroca y colorista», pues la conmemoración de la Pascua - con las procesiones por las calles de los barrios más próximos al mar, en las que participan hermandades, cofradías y corporaciones - culmina con el desfile del Domingo de Resurrección en el que las flores inundan las calles. Y, durante toda la semana, los pepitos de titaina, las albóndigas de bacalao y las torrijas inundan las cocinas, como tradición gastronómica de esta fiesta.


«Pasión, devoción y solemnidad» son las palabras con las que Celdrán - y cualquiera de los habitantes de los Poblados Marítimos - definiría la Semana Santa Marinera de Valencia, que fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 2011 y que pronto recibirá una plaza con su nombre en Valencia (la actual Plaza de la Armada Española pasará a llamarse Plaza de la Semana Santa Marinera).


Procesión Semana Santa Marinera. ESTHER MAESTRO


Agrupación de Fallas del Marítimo


Las Fallas son la fiesta grande de la ciudad, del 14 al 19 de marzo, Valencia se cubre de pólvora, de música, de sentimiento. Y, aunque tardaron en llegar a los Poblados Marítimos, «ahora en cada esquina hay una falla», apunta Pepe Pastor, presidente de la Agrupación de Fallas del Marítimo. Esta Agrupación, integrada por 46 comisiones que pertenecen a cuatro sectores distintos (sector Canyamelar-Grau-Nazaret, sector Malvarrosa-Cabanyal-Beteró, sector Algirós y sector Camins al Grau) surgió por la necesidad de «ser colectivos», cuenta su presidente. Es el sentimiento de «amistad y hermandad» entre estas comisiones lo que las lleva a celebrar sus actos propios, como la Exaltación de las Falleras Mayores e Infantiles de la Agrupación de Fallas Marítimo, el Homenaje a la Senyera o la Ofrenda de flores a la Virgen Sumergida, «el acto más emotivo que hay», confiesa Pepe Pastor. Y, a pesar de ser un año difícil por la situación sanitaria, el presidente de la Agrupación de Fallas del Marítimo afirma sin duda alguna: «Tornarem. Plantarem. I cremarem» (Volveremos. Plantaremos. Y quemaremos).


Ofrenda de flores a l a Virgen Sumergida. VIVELASFALLAS


La idiosincrasia de los Poblados Marítimos, que nacen de la tradición pescadora de sus habitantes, fascina a todo aquel que los visita y crea un fuerte sentimiento de pertenencia en aquellos que los habitan. «Para mi el Cabanyal es mi vida», confiesa Julia Tamarit, vecina del barrio desde hace 79 años, «aunque haya cambiado y las personas que yo conocía de toda la vida ya no están, es mi Cabanyal. Y con mucho orgullo: soy cabanyalera».



Comments


© 2023 by The Book Lover. Proudly created with Wix.com

bottom of page