El covid nos devuelve la lectura
- Alba Lluesma
- 23 may 2021
- 4 Min. de lectura
El confinamiento fomenta la lectura entre los jóvenes españoles
Alba Lluesma. Sagunto.
El trabajo, los estudios, pasar tiempo con la familia, con los amigos, hacer ejercicio, en resumen, la falta de tiempo en nuestro día a día, es la principal causa que lleva a aquellos lectores ocasionales a no leer con mayor asiduidad. Más del 50 % de la población que confiesa no leer con frecuencia en el estudio de la Federación de Gremios de Editores de España, junto con la colaboración de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, y CEDRO, afirman que estos son los motivos por los que no leen en su tiempo libre por ocio. Pero hoy vamos a centrarnos en analizar el impacto que tuvo la pandemia por COVID-19, y más concretamente el confinamiento domiciliario en los hábitos de lectura en la población. ¿Quien leyó más? ¿Qué aportó la lectura a la población durante los meses de encierro? ¿Salvó la lectura los nuevos dispositivos digitales o seguimos leyendo en papel?
El confinamiento domiciliario hizo que el hábito de lectura volviera de una manera intensa y repentina a nuestras vidas. Según este mismo estudio de la Federación de Gremios de Editores de España, el 64 % de los lectores ha leido libros en su tiempo libre por ocio este año. Estos datos nos explican el crecimiento exponencial del número de lectores frecuentes durante el confinamiento. Tener tanto tiempo libre hizo que recuperáramos la buena costumbre de coger un libro, o un e-book y aprovechar para leer todas esas historias que nos quedaban pendientes. Las estadísticas muestran que durante esos meses concretos de confinamiento, de marzo a mayo, el número de lectores frecuentes aumentó de un 50 % a un 57 %.
Este aumento se dio principalmente en un rango de edad entre los 14 y los 35 años, cuyo porcentaje pasó, de un 50 % a un 59 % en jóvenes de entre 14 y 17 años; de un 58 % a un 65 % en personas entre 18 y 24 años; y de un 50 % a un 65 % en personas entre 25 y 34 años. Concretando aún más, los datos del estudio de la Federación de Gremios de Editores de España confirman que el número de lectoras fue mayor que el de lectores, lo cual se corresponde a los datos de principios de año, antes del confinamiento, donde el número de mujeres que leian en su tiempo libre ya era mayor que el de hombres. Estas fueron las variaciones más notables, puesto que en otros rangos de edad el aumento a penas fue significativo.
Según este estudio, cabe destacar que se ha leído una media de 3,9 libros durante el confinamiento. Esta gran diferencia en el incremento de personas que leen libros en su tiempo de ocio se debe, en cierta medida, al incremento de personas que han comenzado a leer libros en dispositivos digitales, como el ordenador, la tablet o el e-reader, que se ha dado principalmente en jóvenes. Otro gran dato a destacar es que el uso de estos libros electrónicos como soporte de lectura ha aumentado de un 29 '1 % a un 30' 3 % durante los meses de confinamiento, entre los lectores digitales. Aunque cabe resaltar que el 83 % de lectores sigue prefiriendo el papel para la lectura de libros.
Además, el estudio muestra que la lectura durante el tiempo libre aumenta considerablemente en función del nivel de estudios finalizados, es decir, la mayor parte de los lectores son universitarios y un pequeño porcentaje son personas con estudios primarios o sin estudios. Sin embargo, este aumento en la tasa de lectura general ha supuesto también un incremento en el número de lectores de este segundo grupo (con estudios primarios, estudios inacabados o sin estudios).
Cabe resaltar algún dato sobre todos los demás, y es que, al 82 % de las personas encuestadas, leer libros les ha ayudado durante el confinamiento. La lectura ha permitido desconectar, disfrutar, luchar contra el aburrimiento (65 %) y reducir el estrés y la ansiedad de estar confinados durante los meses de encierro. Además, casi total de las personas encuestadas señaló que los libros les habían aportado entretenimiento, pero sobre todo desconexión (97 %), relajación (93 %) y tranquilidad (90 %). Esos momentos de evasión entre libros han ayudado positivamente a la gran mayoría de la población, transmitiendo calma, relajación y un mayor control mental de la situación. Por su parte, el confinamiento ha hecho que el 74 % de los encuestados disfrutaran de leer libros, una actividad enriquecedora que a veces olvidamos.
Pese a que, durante el encierro domiciliario hubo esta clara tendencia al alza de la lectura en tiempos de ocio, cabe afirmar que, este incremento de lectura disminuyó tras los meses de confinamiento. Sin embargo, una pequeña parte se mantuvo tras el verano, otra parte durante el resto del año (un 53 %), aumentando así un 3 % el número de lectores frecuentes desde el comienzo del 2020.

Leer nos aporta mucho en una situación normal, pero en la pandemia ha ayudado a la gran mayoría de los lectores a llevar mejor el confinamiento, de forma más amena y entretenida. Como muestran las estadísticas, es más por falta de tiempo libre que por falta de interés por la lectura, ya que los libros han demostrado ser el pasatiempo favorito de muchos, principalmente de los jóvenes, quienes afirman haber disfrutado mucho de la lectura durante esos meses. Tras el análisis de estas cifras vemos que, después del confinamiento cae el hábito de lectura entre la población. De cara al futuro sólo nos queda hacernos la reflexión sobre por qué no nos permitimos invertir más tiempo en la lectura siendo que nos aporta tanto.
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