El mundo Drag, más allá de las lentejuelas
- Reye Velástegui Jordá
- 16 may 2021
- 5 Min. de lectura
Las travestis luchan por ser visibilizadas en la sociedad

Drag queens Ru Paul's Drag Race. Imagen vía: Wallpapertip
Reyes Velástegui. Castellón
Muchas veces escuchamos las siglas LGBTIQ+, sin saber muy bien a que se refieren. Esta abreviatura se emplea para aludir a la orientación sexual de aquellas personas cuya identidad sexual no se corresponde con la cisgénero heterosexual (mujeres y hombres cuyo género coincide con sus genitales y que se sienten atraídos por el sexo opuesto).
Haciendo especial alusión en la última consonante, la Q, se destaca que se refiere a las drag queens. A día de hoy el diccionario de lengua de la Real Academia Española no incluye en su amplio vocabulario una definición del término drag queen. Para el colectivo esto supone un freno para ser reconocidas socialmente. Son muchas las teorías que hablan sobre el inicio real de las travestis, según Chueca, la revista de interés a la comunidad LGBT+ de España y el mundo, la más acuñada es la que indica sus comienzos a mitad del siglo XIX, donde en Estado Unidos se realizaban representaciones de cabaret victoriano. En los inicios eran muy pocas las que se atrevieron a mostrar su talento, pero actualmente para muchas el travestismo es una forma de vida.

Jonathan Dasí es un joven que acaba de empezar en el mundo drag. Su nombre artístico es Lady Lagarta. Explica que tuvo una sensación impactante la primera vez que se vio completamente vestida para el orgullo. Además, señala que no todo ha sido fácil en su vida y que en alguna ocasión ha tenido que correr para no recibir una paliza.
Desde que Dasí introdujo en su vida a Lady Lagarta se siente una persona con más libertad. Este sentimiento reconoce que le ayudará mucho para el día que suba al escenario a poder realizar sus propios espectáculos.
Mucha gente piensa que se crean una doble personalidad, pero tal y como asegura Lady Lagarta no dejan de ser una misma persona que cada vez «se siente de una manera y así lo demuestra».
El drag se suele entender como un intento en el que el hombre deba parecerse lo máximo a los estereotipos de una mujer, pero Ferrxn, la travesti semáforo, describe: «Es un acto performativo en el que se puede corresponder a la normatividad femenina, pero lo que se busca es dar una ilusión». Tanto para Ferrxn como para su gran amiga PAM Demia, la travesti de cincuenta pies, «el drag es un arte performativo del colectivo LGBT en el que se busca la máxima definición de liberación y radicalidad».
No todo lo que se vive es un mundo de fantasía y purpurina. Muchas de ellas sufren a diario acoso, por ejemplo, Ferrxn añade que un día tuvo que volver de un bolo a pie porque ningún taxi le paraba, de hecho, uno le pitó y le surgió el miedo de que le pudiese pasar algo.
Una de las cosas que les ha ofrecido el drag es poder crear una familia. Ambas crearon y pertenecen a la House of Pintoresque. Hacen hincapié en que tener una familia drag es muy importante, tener a personas a tu lado que te aconsejen e incluso que te ayuden a ponerte bien una peluca antes de salir a actuar.
Dice Ru Paul, una de las artistas drag queen más conocida en la actualidad: «Si no pueden amarse a sí mismas, ¿cómo diablos van a amar a otra persona?». Esta es una de las frases más conocidas del programa Rupaul’s Drag Race, donde se muestra una competición entre travestis por alzarse con el premio de ser la próxima Superestrella drag de América. Para ella programas como este han cooperado a la hora de visibilizarlas. PAM Demia opina: «Ru Paul ha hecho algo increíble, nos ha ayudado mucho, aunque no es la definición exacta y biblia del drag, no representa todo lo que debe ser una travesti, se puede ir más allá».
Ambas amigas ponen especial atención en explicar a la sociedad que este «universo» es accesible a todas las personas, siendo que hay hombres heterosexuales, mujeres cis, transexuales… Además de subrayar que no quieren que se les encasillen solo en el ambiente de la noche, donde suele ir unido el mundo de los excesos, el alcohol y las drogas.

Pocas son las sedes que crean espacios cómodos y familiares para el colectivo, este es el caso de House of Varietats. Lucía Poncelas, directora artística y coordinadora de House of Varietats, explica: «Se trata de un proyecto multidisciplinar que engloba, por un lado, a Varietats, un pub enfocado a temática drag, y por otro lado House, un espacio cultural que servirá de refugio para el colectivo y para quien quiera. Además de ser un espacio enfocado a crear arte y poder exponerlo al público».
Ahora mismo el edificio, de cinco plantas, se encuentra en plena reforma de su interior. Esta transformación se ha podido llevar a cabo gracias a una recaudación económica a través de crowdfounding, una aplicación colaborativa de financiación, que recauda capital a través de donaciones de particulares.
Esta sede se diferencia del resto porque combina el ocio nocturno con un refugio y un espacio de creación para todo el colectivo. A lo largo de los cinco pisos del edificio se busca un aire en el que se respire cultura y arte.
Poncelas indica que la fecha de apertura está sujeta al fin de la reforma, garantizando todas las medidas de seguridad sanitarias y pudiendo crear un espacio habitable y cómodo.
Con el paso de los años este colectivo ha luchado para ser reconocido frente al mundo, pero no siempre lo han hecho solas. A día de hoy proyectos como el que ha llevado a cabo Paula Abellán, alumna de la Universidad Jaime I, junto a sus compañeros para el TFG, implican un gran apoyo. La vida es Drag es una webserie musical en la que a través de sus capítulos muestra la vida que lleva una travesti en un circula familiar un «tanto complicado».
Con este proyecto querían mostrar «una verdad», por ello, pidieron ayuda para perfeccionar el guion a sus actores, drag queens reales. Abellán argumenta: «Queríamos que fuese realista y poder justificar las acciones de todos los personajes». Gracias a la recolecta económica de crowdfounding pudieron hacer frente a los gastos básicos, pero «había muchos más extras» y tuvieron que ser ayudados por el colectivo, sus familias y por sus propios ahorros.
Con todo esto, las drag queens demuestran que su lucha no ha terminado, queda mucho camino por recorrer para poder ser «totalmente reconocidas por el mundo», argumenta Ferrxn. Cree que una de las medidas que se deberían tomar para cambiar este panorama es que desde primaria se explique que no se debe discriminar a nadie por razones de identidad sexual. PAM Demia reivindica que hay luchar y ser libres y visibles. Para ella «ser drag no es solo una expresión estética sino también de resistencia».
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