¿Es el machismo la lacra de la que no se habla en la gastronomía española?

Solo uno de cada once restaurantes con estrella Michelin tiene al frente a una mujer

Carme Ruscalleda en el Sant Pau, su restaurante con tres estrellas Michelin

Lola Mesado @lolamesado1

Esta frase ya está muy calada y muy escuchada por muchos, pero el machismo existe, por desgracia, en todos los ámbitos de la sociedad. Pero quizá en ninguno se dé una paradoja tan grande como en la gastronomía, ya que la mujer siempre ha estado muy arraigada en la cocina, ha sido la que ha cargado históricamente con esta tarea en las casas y, aún así, los chefs más reconocidos y conocidos son hombres.

El machismo está muy silenciado en este sector. Solo un 9,2 % de los restaurantes con estrella Michelin de España cuentan con mujeres al mando de sus cocinas y, según un estudio de la UPV, las chefs ganan un 28,3 % menos que los chefs. En los congresos y encuentros culinarios sigue habiendo una abrumadora mayoría de hombres, las fotos de los premiados en las numerosas galas gastronómicas bien podrían llamarse “campos de nabos”.

Y, con todo esto, aún se escuchan frases como: “el lugar de la mujer es la cocina”. Pero claro, si esa cocina lleva un prestigio, enormes ganancias y una exquisitez detrás, la mujer ocupa el lugar de camarera o, si eso, ayudante de cocina. Sí, ellas son las que dominan los fogones de los hogares, pero al dar el salto a la cocina profesional son ellos los que acaparan posiciones. No es un fenómeno paranormal, es un ejemplo claro de acumulación de macromachismos históricos. Por no hablar de los casos de acoso y abuso por el hecho de ser el “género débil”, que haberlos haylos aunque nadie se haya atrevido aún a ponerles nombre y apellido.

¿Por qué la cocina femenina es calificada como “casera” y “hecha con amor” y la masculina como “provocadora” y arriesgada”? Ellas son “cocineras” y ellos “chefs”. Todavía hoy en día, socialmente, las mujeres se encuentran en la disyuntiva de elegir entre cuidar de la familia o mantenerse en el mundo laboral. Y aún más en el terreno de la cocina, donde los horarios son infames, se trabaja más cuando todo el mundo está de vacaciones… Hay mujeres que asumen esto y se sigue viendo mal.

No es que no haya mujeres en el mundo de la gastronomía, las hay y no cabrían todas en una lista. Solo hay que darles voz, tratarles como a iguales, dar oportunidades para que ocupen los puestos de responsabilidad y liderazgo, sin poner impedimentos ni normalizar los que ya existen, y tener una mente crítica y sobre todo feminista.

Carme Ruscalleda, Begoña Rodrigo, Macarena de Castro, Elena Arzak, María Marte, Susi Díaz, Pepa Muñoz, Eva Arguiñano, Elena Lucas, Esther Manzano, María José San Román, Lucía Freitas, Fina Puigdevall, Manuela Romeralo, Marisa Sánchez…