«Me enfurece cuando se aprovechan de la desesperación de la gente»
- Marta Cristóbal
- 30 may 2021
- 2 Min. de lectura

Marta Cristóbal. Castelló
“Una manzana tiene 45 calorías por 100 gramos a las 8 de la mañana, a las 5 de la tarde y a las 9 de la noche”. Así de clara, concisa y directa se muestra Virginia Gómez para romper los falsos mitos que hay entorno a la alimentación. Un estilo que la ha llevado a convertirse en una de las nutricionistas de moda en redes sociales. Y es que su perfil “Dietista enfurecida” tiene más de 44.000 seguidores. “ Yo creo que el hecho de que alguien te hable muy claro llama la atención. Prefiero hablar claro, ser irónica o sarcástica y utilizar el humor” añade.
Ahora publica su primer libro, un manual con el que pretende desmontar las mentiras que nos hemos creído siempre y cuyo objetivo, dice, es empoderarnos para no dejarnos manipular por una cantidad ingente de productos y dietas con presuntas propiedades milagrosas.
A pesar de que es consciente de su fama gracias a las redes, no deja de denunciar el intrusismo que vive su profesión en este medio. “ Las redes sociales incluyen cada vez a más personas que ejercen de nutricionistas sin ser graduadas. De hecho a la hora de divulgar y ejercer formación, no hay regulación”, afirma Virginia. “Creo que es mejor informar a la gente, y que aprendan quien es el profesional de referencia”.
ir“ Comer sano no tiene por qué ser caro, pero es que comer mal es muy barato, está muy disponible y además es algo que nosotros utilizamos como un aliviante. Es algo que nos resulta placentero. Y eso es una batalla perdida sino tienes una muy buena educación alimentaria”
La globalización que vivimos genera muchas veces el desconocimiento alimenticio de algunas personas y Virginia en el capítulo 1 de su libro lo manifiesta. “España es el único país sin dietistas-nutricionistas en la sanidad pública”. A nivel nacional, nadie se encarga de esto, estamos en “tierra de nadie”, afirma.
El libro también recoge algunos de los mayores engaños de la nutrición como los suplementos adelgazantes donde explica que “se sabe desde hace años que no le han funcionado a nadie pero sin embargo la gente los sigue comprando. O la industria que se centra en la alimentación infantil, tipo ‘mi primer yogur’, ‘mi primera galleta’… porque resulta que estos productos lo único que los diferencia de los normales es la cantidad tremenda de azúcar que tienen. “Me enfurece mucho la parte de aprovecharse de la desesperación de la gente”
Desmitifica en su libro los gimnasios como esos centros milagrosos donde conseguimos adelgazar solo por el hecho de apuntarnos. “Tú puedes hacer mucho deporte, pero como te vengas arriba con las cantidades, la cosa se puede quedar en tablas” al mismo tiempo que explica, que beberse un batido de proteínas después del entrenamiento es tan absurdo como tomarse un zumo rápido porque se le van las vitaminas.



Comentarios