Qué lleva a una mujer a votar a un partido que atenta sus derechos

El auge de la extrema Derecha en Europa

Nerea Altaba. Castelló En los últimos años estamos viendo partidos de ultraderecha que salen vencedores en las elecciones, y su irrupción, abre todos los telediarios. Voto de clases altas, pero también obreros, hombres y además mujeres. Diferentes colectivos sin importar lugar de nacionalidad, orientación sexual, nivel de ingresos o sexo, aunque podamos pensar que esos partidos no defienden los intereses de toda la sociedad.

Isabel Medina en una manifestación Rocío Monasterio en un mitin de Vox

contra la inmigración

La formación ultraderechista de los Verdaderos Finlandeses a décimas de ganar las elecciones. Francia, donde las medidas antieuropeístas y contra la inmigración han colocado al Frente Nacional de Marine Le Pen como segunda fuerza más votada. Matteo Salvini, la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas en el Gobierno Italiano hasta hace muy poco. Mientras que Hungría, Polonia y Austria están radicalizando sus partidos tradicionales de derechas. Un auge que traspasa fronteras y va más allá de la Unión Europea. Donald Trump en Estados Unidos, y en Brasil, Jair Bolsonaro, líderes que están dando mucho que hablar tras cada medida decretada. Y nosotros nos hemos unido. España, donde ha quedado atrás el bipartidismo tradicional PSOE-PP, para dar paso a nacionalistas catalanes y vascos, la despoblación representada por Teruel Existe, y, por primera vez desde la vuelta a la democracia, un partido más a la derecha del tradicional Partido Popular. Hablamos de la formación de Santiago Abascal, la cual obtuvo en las pasadas elecciones generales del 10N, 52 asientos en el congreso y representación en dieciocho provincias españolas.

Partidos que tienen en común la defensa de medidas conservadoras, sentimientos nacionalistas que llevan a un rechazo a la inmigración. Y, en muchos casos, contrarios a movimientos liberales como la defensa de los derechos del colectivo LGTBIQ+ o el feminismo. Ante este rechazo al feminismo, un movimiento que según la RAE es el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre, son muchas las voces que se preguntan: «¿Qué lleva a una mujer a votar a un partido de extrema derecha como Vox que atenta a sus derechos?». Isabel Guillem Lledó, militante y secretaria de Vox Sagunto responde a esta pregunta diciendo que no atenta a los principios de la mujer «Sino, no estaría yo», afirma convincente la también coordinadora de las jornadas del Camp de Morvedre. Opinión similar a Sonia Carceller, estudiante de veintidós años votante de Vox, quien defiende que no atenta sus derechos, de hecho, expresa que es el que más lo defiende al aplicar mayores castigos a violadores y criminales. Por otro lado, también se cuestiona qué se engloba dentro de la ultraderecha, no es un partido que haga campaña bajo el lema "Viva Franco". Pero sí defiende medidas como la implantación del español como única lengua oficial en todas las comunidades, dejando al euskera, gallego, o catalán como optativas. Propuestas contra la diversidad sexual, suprimiendo de la sanidad pública las operaciones para el cambio de género o el aborto. Y, por supuesto, contra la inmigración; deportar a los inmigrantes ilegales a sus países de origen o prohibirles el acceso gratuito a la sanidad pública. Declaraciones de dirigentes como Ortega Smith, quien en abril de 2018 ante la retirada de una cruz franquista en la localidad alicantina de Collado de Segura declaró que: «La cruz estaba recordando hechos tristes sí, personas fusiladas en una guerra, pero sin odio, con amor».

Javier Ortega Smith-Molina

«Está más a la derecha que Ciudadanos o el PP, por supuesto, pero no es un partido fascista. Además, también vemos un partido de extrema izquierda y no hay tanta crítica», menciona Carceller. Marta Valderrama, estudiante de veinte años, votante de Vox, opina que no es un partido de ultraderecha, pero como la bandera de España está muy presente en sus mítines, la gente lo vincula a esta, y por ese motivo no está bien visto. Respecto a la imagen que genera ser votante de este partido, Carceller asegura: «Ha surgido una moda de ser liberal, entonces hay mucha gente que está de acuerdo con Vox, pero no lo dice por el qué dirán, especialmente entre los jóvenes». Ciertas medidas de Vox, consideradas las más radicales, como son las referentes al aborto, donde el partido afirma «Defender la vida», son unas de las más polémicas por chocar contra el feminismo, al prohibir la interrupción voluntaria del embarazo. Estas pasan desapercibidas antes los ojos de algunas votantes. «Hoy en día el tema del aborto es muy polémico, por lo que habría que tener en cuenta muchos factores y las circunstancias donde se desarrolle», alega Valderrama sin posicionarse al respecto. Su perspectiva pronatalidad adopta medidas como prohibir que en los colegios se mencione el aborto, tutelar a las mujeres con embarazos no deseados o establecer bajas maternales escolares. Cada mujer entrevistada tiene una perspectiva diferente de cómo defienden sus intereses, y lo que tienen en común es que no consideran que este partido político vulnere sus derechos como ciudadanos. Tampoco ven que vox pertenezca a la ultraderecha, o si lo categorizan ahí, le restan importancia, ignorando lo que ello implica. Sin embargo, no se posicionan ni a favor ni en contra de aquellas medidas que son más antifeministas, como las políticas pronatalistas y maternalistas o respecto a la abolición de la ley de violencia de género, y tampoco se pronuncian al respecto en cuanto a la negación de la discriminación de género del propio partido. «Haced política, porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros, y probablemente contra vosotros», decía el poeta y escritor Antonio Machado. Hacer política no es únicamente votar el día de las elecciones, supone un trabaja intrínseco por el mero hecho de ser ciudadanos de una sociedad. Convivencia donde tienes la labor de ser crítico con aquellos que dictan las leyes, mantenerte informado y tener una opinión propia.