Una cuestión de humanidad
- Juan Máñez
- 22 may 2021
- 1 Min. de lectura
La llegada de jóvenes a Ceuta ha evidenciado las carencias de la política española

OPINIÓN.
Juan Máñez. València
El drama migratorio provocado en Ceuta por los gobiernos marroquí y español ha dejado claro que un conflicto diplomático es suficiente para jugar con las vidas de la ciudadanía más vulnerable. Las imágenes del mar y de las playas con la cruz roja y los cuerpos de seguridad ayudando y rescatando a niños migrantes son el ejemplo de cómo actuar en una situación tan dura como la vivida en la última semana.
En cambio, la clase política, la mayoría, ha demostrado su falta de humanidad y la necesidad de tener una foto para sus redes, la ambición por tener un minuto en televisión donde proyectar su discurso de odio, el uso de la situación para hacer una campaña terrible. A este uso político de un momento tan delicado, se une la falta de soluciones aportadas, han sido pocos los que se han pronunciado claramente sobre qué se puede hacer y no se han dedicado a la crítica infructuosa por conseguir minutos televisivos.
Es una cuestión de humanidad, y los que pueden mover ficha no lo hacen, así que las imágenes de esperanza, de solidaridad, de tener un mínimo de decencia, llegan desde la ciudadanía, con las fotografías de abrazos y de rescates. Otra vez la gente de a pie ha demostrado más que gran parte de la clase política española.
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