Y por fin, llegó el diseño
- Cristóbal Blázquez Cebrián
- 12 may 2021
- 2 Min. de lectura

En la presentación de València World Capital Design 2022, María Lapiedra, directora de comunicación del proyecto, destacó muchos aspectos que convertían la candidatura de la ciudad en algo único. Uno de ellos, sorprendente, es el consenso político. Todos los partidos creen que será bueno para Valencia estar en la primera línea del diseño mundial durante un año. Esto no pasa nunca, y menos aún con la polarización ideológica actual.
En los últimos años el diseño vive una ola de reivindicación. Dentro del ámbito de las industrias culturales, incluso dentro de nuestra rutina diaria, es el gran olvidado. Prácticamente todo, desde la fregona que usamos para limpiar hasta el autobús que cogemos para ir al trabajo, tiene detrás un trabajo hecho por un diseñador o un equipo con el objetivo de que el resultado final sea estético, funcional y cómodo.
En 2019 se estrenó el documental El hombre que diseñó España, en el que se hacía un repaso por la biografía profesional de José María Cruz Novillo. Este hombre está detrás de la mayoría de logos y decisiones estéticas que se tomaron durante los años de la transición a la democracia. Ideas suyas son el logo de la Policía nacional, el de Correos, el de la cadena Cope, el del Partido Socialista Obrero Español o el del periódico El Mundo. También salió de su estudio la decisión de cambiar el color marrón de los uniformes policiales por el color azul actual o todo el sistema de infografías y colores de Renfe. En su trabajo está el diseño de nuevo, en su máxima expresión, pasando por debajo del foco, en un perfil bajo.
Todas estas decisiones, que parecen inocuas, conforman un imaginario visual, una semiótica de una época esencial en la historia de un país. Toda una generación crece y nace con ese cambio de paradigma estético, un cambio radical. A diferencia de otros regímenes totalitarios como el nazismo o el fascismo italiano, el franquismo no se había centrado en construir una estética que conformase un pensamiento y abrazase una ideología. Los diseños de Cruz Novillo fueron los encargados de crear esa estética, con nuevos colores y con nuevas identificaciones visuales en el paso hacia la democracia.
Esta es la importancia del diseño. Desde el silencio, sin ser llamativo, crea toda una línea visual y quizá también de pensamiento. Nadie puede negar que el diseño sueco, de moda por Ikea, tiene mucho que ver con la forma de ser de los ciudadanos de ese país. Es un diseño lleno de compartimentos, de estanterías y cajones que sirven para organizar la vida y liberar el espacio, ordenando la anarquía de los objetos sueltos.
Vídeo de presentación de València Capital Mundial del Diseño 2022.
Así, el nombramiento de Valencia como la Capital Mundial del Diseño solo puede traer aspectos positivos después del 2022. Pasar, como dice María Lapiedra, del diseño de carteles hecho por tu primo que pinta bien al diseño de carteles hecho por un equipo de profesionales es un paso. Quién sabe, quizá hasta se consiga una
línea de diseño que cohesione el sentir de la Comunidad Valenciana, que nunca parece unida del todo. Ya se ha conseguido con la política. Quién sabe.
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